Cifras de estudios recientes lo confirman: la ludopatía cada vez afecta a más jugadores. Gran parte de culpa la tiene el auge del gaming online. He aquí algunas cifras que resultan esclarecedoras:
- En EE.UU. 20 millones de ciudadanos (el 6% de la población) reconocen ver su vida social y profesional peligrar por su afición al juego – el 1% de la población afirma que tales problemas son patológicos.
- En 2009 y según un estudio del Colegio Oficial de Psicólogos, más de 1 millón y medio de Españoles (el 3% del total de la población) eran adictos al juego.
- Los hombres afectados comienzan a mostrar los primeros signos de juego patológico en la adolescencia, mientras que en las mujeres la mayoría de casos se dan entre los 20 y 40 años de edad. Sin embargo, la adicción al juego, como cualquier otra, puede afectarnos en cualquier etapa de nuestra vida.
Resulta difícil comprender la magnitud de tal problema si nos creemos inmunes a este tipo de adicción: hoy en día cada vez es más frecuente ser testigo de los problemas de adicción de un familiar o alguien de nuestro círculo cercano – debemos olvidar la idea de que “nunca le pasa a uno, siempre a los demás”.
¿Cómo y por qué nace la adicción al juego?
La ludopatía (online u offline) tiene la misma raíz que la mayoría de adicciones: cuando jugamos, en nuestro cerebro se activan algunos neurotrasmisores del placer (como la dopamina). El efecto que produce sobre nosotros una partida de ruleta online, por ejemplo, afecta al jugador del mismo modo que la droga al drogadicto, pero a una escala mucho menor.
El “circuito de la recompensa” se activa en nuestro cerebro: cada vez que obtenemos aquello que buscamos, éste se estremecerá de placer, y una vez terminada la partida, buscaremos repetir la operación para obtenerlo de nuevo.
Científicos han probado que la idea del “placer anticipado” es igual de peligrosa: en un casino, por ejemplo, experimentaremos la sensación de felicidad antes incluso de jugar, ya que nuestros neurotransmisores del placer “salivarán” ante la idea de la potencial partida ganadora que quizás estemos a punto de presenciar.
A continuación te dejamos una lista de los síntomas de ludopatía más recurrentes.
Síntomas de ludopatía
Como acabamos de explicar, el juego patológico es un problema de salud mental, y como tal está asociado a unos síntomas y criterios de diagnóstico específicos.
Si tienes un sentimiento de vacío o falta en los periodos en que no estás jugando online, quizás se trate del síndrome del jugador compulsivo: de ahí a la adicción patológica hay una línea muy fina. Junto al impulso incontrolable de continuar jugando o de comenzar una nueva partida tras terminar la anterior, si además te identificas con alguno o varios de los siguientes síntomas, te recomendamos que utilices la información de contacto que te dejamos más abajo:
- Pensamientos recurrentes sobre el juego: análisis compulsivo de partidas pasadas y jugadas potenciales que no llevaste a cabo y nerviosismo ante las tácticas que utilizarás en las siguientes.
- Necesidad de aumentar las cantidades apostadas para mantener el mismo nivel de diversión y adrenalina.
- Pérdidas económicas ligadas al juego que afectan a tu vida diaria: imposibilidad de hacer frente a facturas, etc. Desequilibrio en tu balanza económica: las pérdidas superan las ganancias, y los gastos en apuestas superan las sumas destinadas a cubrir los frentes básicos (alimentación, vivienda, otros tipos de ocio…).
- Recurrencia al juego para evadirse de problemas personales o relativos al trabajo.
- Desgaste de las relaciones afectivas: llevado al límite, mentiras relacionadas con el juego: horas dedicadas y cantidades de dinero apostadas, pérdidas…
Niveles de riesgo en el juego
El riesgo es la directriz del juego. Sin él no hay ganancia -ni pérdida- posible. Sin embargo, es necesario saber medir el factor riesgo: cuanto más grande, más nos asomaremos al pozo de la adicción.
Existen distintos niveles de riesgo que separan el juego como ocio social y positivo y el juego como problema patológico:
- Juegos de azar con riesgo bajo: juegos con familia o amigos cuyo único objetivo es la diversión: la apuesta de dinero aparece como un factor que añade emoción, pero las cantidades jugadas no suelen superar los céntimos de euro.
- Juegos de riesgo importante: su objetivo es la ganancia económica: incluyen, entre otros, los torneos de poker de nivel semiprofesional y profesional o las partidas de casino en las que hay grandes sumas en juego. En ocasiones pueden derivar en la necesidad de pedir préstamos o en prácticas ilegales.Juegos de riesgo
- Juegos de riesgo límite: aunque a simple vista apenas diferenciables de los de la categoría anterior, en ellos aparece un motivo u objetivo emocional que a menudo va más allá del factor económico. Se trata sin duda de los más peligrosos: juego para paliar el estrés, la soledad o la depresión, o para evitar hacer frente a una situación personal difícil: pérdida de un ser querido o búsqueda de aceptación social, por ejemplo.
Directrices para evitar la dependencia
A continuación te describimos 5 medidas o resoluciones que podrán ser tomadas tanto por la persona afectada por una adicción al juego como por las personas de su entorno que busquen ayudar. Reiteramos que no se trata de soluciones directas al problema, si no de caminos positivos que ayudarán a mitigar el problema. Si crees estar afectado por una adicción patológica o conoces a alguien que lo esté, contacta con la dirección que te dejamos en el último apartado de este artículo:
Prevención, el ataque más contundente
Las personalidades adictivas vienen dadas por muchos factores, una corriente de expertos afirma que “nacen”, otros que “se hacen”. En lo que todos coinciden cuando se trata de ludopatía es en la necesidad de proteger a los más pequeños. Aunque los primeros síntomas de adicción al juego suelen verse en la adolescencia, la necesidad de obtener recompensas cada vez mayores y menos espaciadas se forja en la niñez.
Conviene proteger a los niños desde una edad muy temprana: aunque la gran mayoría de juegos online infantiles parezcan inofensivos, pueden constituír la antesala de una adicción.
Aceptación, primer paso hacia la cura
Solo aquel que quiera ser ayudado podrá apoyarse en los demás. Nadie puede obligar a un ludópata a someterse a un tratamiento si éste niega su condición. Las personas afectadas y quienes les brindan su apoyo deben saber que no está todo perdido, que no se trata de una enfermedad incurable. El proceso será, en la mayor parte de los casos, largo y difícil, pero no imposible.
Autoprohibición
Se trata de una medida práctica: ante el sentimiento de que el juego le está afectando negativamente, cualquier persona puede establecer límites para no volver a caer en él. En el registro de Interdicciones del Ministerio de Hacienda existe un formulario mediante el cual todo el que lo desee podrá impedir su propia entrada en locales físicos y portales web donde el juego esté presente.
Para que los accesos a tales lugares le sean denegados, deberá rellenar una solicitud de autoprohibición y remitirla al ministerio. Estos trámites se pueden realizar por internet y sin coste alguno.
Apoyo familiar e institucional
La adicción es una de las enfermedades que afectan casi en la misma medida a las víctimas que a los que les rodean. El comportamiento y decisiones de un adicto tendrán un impacto directo sobre la calidad de vida de su familia y círculo afectivo más próximo.
Aquellos que pretendan ayudar al enfermo deberán ser conscientes de la magnitud del problema, y no olvidar que su fuerza de voluntad y sacrificio será tan claves como los del afectado. Entereza y paciencia juegan un rol principal cuando se trata de ayudar a quien lucha por salir de una adicción.
Tratamiento
Pocos psicólogos se atraven a afirmar con certeza que existe una cura para la ludopatía. La mayoría coinciden con la opinión del Dr. Rafael Llopis, que afirma que una adicción, al juego o a cualquier otra cosa, es como la miopía y las gafas: una vez el miope se hace con las gafas que le van bien, siente que se ha curado, pero en el momento en que se las quite volverá a sentirse enfermo.
Con esta comparación se da a entender que un adicto lo será siempre, y que “estará curado” siempre y cuando se mantenga alejado del foco de su adicción: bastará una recaída para volver al punto de partida.
Ayuda profesional
Para acceder a ayuda profesional, basta con dirigirse al médico de cabecera o contactar de manera gratuíta con alguno de los siguientes organismos a nivel nacional:
FEJAR – Federación Española de Jugadores de Azar Rehabilitados
Avda. Contitución Nº 27 Entlo A |
Villena, Alicante – 03400, España |
E-mail: | [email protected] |
Teléfono: | 900 200 225 |
Número de télefono mobil: | 639 614 211 (Presidencia) |
APAL – Asociación para la Prevención y Ayuda al Ludópata
Calle Elfo Nº14 Entreplanta D |
Madrid – 28027, España |
E-mail: | [email protected] / [email protected] |
Teléfono: | 91 407 68 99 |
Número de télefono mobil: | 658 699 543 |